10 cosas que no debes hacer durante un divorcio

1. No es momento de quedar embarazada

No solo por la parte legal, sino también por la emocional: salir embarazada mientras se está en pleno divorcio es un claro problema. En medio de ese torbellino de emociones que se vienen encima durante la separación, agregar un hijo es un error.

Como ejemplo, está un caso de Washington, EEUU, en el cual la mujer que solicitaba el divorcio de su esposo maltratador salió embarazada antes de tener la sentencia.

Ante esto, el juez decidió echar para atrás la demanda debido a la preocupación de que el niño naciera sin un padre que asumiera la responsabilidad.

Eso solo por mencionar un ejemplo. Aunque las leyes varíen dependiendo del lugar, a todas luces salir embarazada en medio de un divorcio lanza una señal ambigua de lo que se está solicitando. Pero además en pleno momento de discusión para dividirse, no es lógico buscar una razón para unirse más.

2. ¿Tienes testamento? Debes cambiarlo o hacerlo incluso antes de divorciarte

Un divorcio no anula un testamento. Imagine el caso que en pleno trámite de separación el destino decida sacarte de este plano. El dinero, bienes y demás pasarán a manos de tu cónyuge.

Esto si en tu testamento no se planteó una situación diferente que resguarde tus posesiones. Ten en cuenta que un testamento puede cambiarse nuevamente más adelante, si así lo desearas.

3. Conoce las opciones de tener un divorcio colaborativo o una mediación en el proceso

Ambas vías plantean una separación menos conflictiva y dramática para ambas partes. Llegar a acuerdos es la idea sin necesidad de caer en guerras que cuestan años y dinero.

Un divorcio colaborativo cuenta con la asesoría de profesionales, ya sea abogados o terapeutas. Serán quienes los canalicen para manejar la ansiedad propia de un proceso como este.

Existen los detractores de este método que aducen la falta de experticia por parte de los terceros, el dinero extra que van a necesitar para pagarles su trabajo, más el tiempo que pasarán en las conversaciones.

Sin embargo, muchos son los casos de las personas que aseguran que un divorcio colaborativo es menos traumático que uno tradicional.

En el caso de buscar una mediación toma en cuenta que el tercero sea un profesional mediador de divorcio. De esta forma garantizarás la ayuda que buscas: llegar a un acuerdo.

Sin embargo, la mediación no es un paso, es el camino. Necesitarás mantener al tanto al mediador de todo lo que va ocurriendo durante el proceso de divorcio.

4. Mantener relaciones íntimas con tu abogado: ¡ni pensarlo!

En muchos casos durante un divorcio a la única persona que te sientes cercana es al abogado. Por esto es fácil caer en la tentación de idealizar a esa persona y llegar a las relaciones íntimas. Esto es un terrible error.

De hecho en algunos lugares está prohíbido mantener contacto sexual entre abogado y cliente. Podría aceptarse que en el pasado ambos hayan mantenido una relación pero sostenerla durante el divorcio no está permitido.

¿Por qué? Una relación más allá de lo profesional va a comprometer el caso. La comunicación legal pasa a ser segundo plano sin contar que el demandado o demandante puede ser acusado de adulterio y perder todo por lo que ha luchado.

5. Desquitarse con los hijos: ¡jamás!

Es común observar a uno de los padres que tratar de manipular al otro con los niños. Sin darse cuenta que los pequeños en medio de un divorcio es cuando más atención necesitan.

El ambiente de apoyo, hablarles para que entiendan que no son responsables de la separación y hacerlos sentir seguros es fundamental para su desarrollo óptimo.

Pasar más tiempo con los niños, haciendo actividades recreativas, distrayéndolos de la realidad puede ser beneficioso hasta para ambos padres. Tomarse el respiro con los hijos alivia el estrés y ayuda a que el propio padre empiece a ver la situación de forma objetiva.

6. Negarse a ver un terapeuta no ayuda en el proceso

Para quien lo vive, un divorcio es un tormento. En esos momentos el panorama no se logra dilucidar correctamente. En estos casos la ayuda de un terapeuta es necesaria.

Volver a encontrar el sentido de la vida, superar el torbellino de sentimientos, dudas y temores puede requerir de un tercero, preferiblemente profesional, que te encauce en el camino.

Buscar ayuda no está de más. Un terapeuta te enseñará herramientas que servirán para no deprimirte, molestarte, amargarte o cometer errores.

Mantener la calma es fundamental a la hora de enfrentar un divorcio en tribunal. Esto puedes conseguirlo con la asesoría terapéutica de un profesional. No solo es desahogarse sino también encontrar la forma de ser autosuficiente en tu nueva vida de soltería.

7. No postergar el divorcio por fechas festivas

Suele pasar que la pareja, sabiendo que ya no hay vuelta atrás en su relación, decide postergar el divorcio por alguna fecha festiva. Por esa razón los abogados aseguran que reciben más demandas antes o después de algunas vacaciones.

Alargar lo inevitable podría acrecentar la presión entre uno y otro y convertir el proceso en una desagradable pelea innecesaria.

Además, acostumbrarte antes de las fiestas ayudará a superar más rápido el trago amargo, tendrás tiempo para distraerse con otras cosas y pasar la página. En cambio, seguir con la convivencia rota pudiera llevar a resolver las diferencias en una corte y no de manera acordada.

8. No olvidar el pago de impuestos y otros gastos

Quien se queda con la casa y la custodia de los hijos puede creer, erróneamente, que es la parte ganadora. Sin embargo, puede que no sea del todo cierto. Con estas responsabilidades vienen otras, económicas por cierto.

Debes recordar el pago de la hipoteca, el mantenimiento de la casa y los impuestos. En algunos estados los solteros no tienen derecho a albergar grandes cantidades de ganancias de capital que provengan de impuestos.

Un buen dato es recordar que acciones recién compradas resultan más rentables puesto que cuestan menos en impuestos sobre ganancias de capital.

9. No olvides tu seguridad financiera

Lo primero que debes tener a la mano es toda su información financiera a la hora de empezar un proceso de divorcio. Esto se resume a un balance de tus bienes debidamente enumerados, las deudas pendientes, la contabilidad de ingresos y gastos y la declaración de impuestos.

En muchos casos, por querer salir rápido de la situación te olvidas de asegurar tu estabilidad económica. Entre ese papeleo que necesitas conseguir también cuentan los seguros médicos tuyos y de sus hijos.

Lo ideal es que pudieran ponerse de acuerdo en estos aspectos para que ambos obtengan lo justo de forma amistosa, en lo que se denomina un divorcio “no disputado”, pero eso va a depender de cómo hayan resultado las cosas en la separación.

De no ser el caso, lo mejor es acudir a un abogado que lo asesore para ahorrarse tiempo y dinero en los costos de la corte.

10. No abuses de los gastos

Debes recordar que un divorcio es una inversión, muchas veces costosa. No solo por los honorarios del abogado que contrates sino también para emprender el nuevo camino sin pareja.

Recortar los gastos a los que estabas acostumbrado será necesario para encontrar la estabilidad financiera en el futuro, independientemente de lo que esperes obtener al divorciarte: ya sea pensión alimenticia o una parte de los bienes en común.

En primer momento la incertidumbre puede atacarte pero a la larga verás que la paz volverá a tu vida con la decisión que has tomado.

Por último, la recomendación es abrirse a escuchar consejos de quienes ya han pasado por escenarios similares, tu terapeuta, tu abogado y hasta tu familia. Hacer a un lado los sentimientos te ayudará a manejar el tema sin hacerse daño ni hacerlo a otro.

Es propicio concientizar que una separación inteligente y amistosa te evitará muchos insomnios, malestares y amarguras. A final de cuentas lo que deseas es conseguir la tranquilidad que el matrimonio dejó de darte.

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