Matrimonio, cohabitación y diferencias legales en Estados Unidos

Estar casados y vivir juntos: derechos como esposa

En este punto entendemos que estar casados es tener un documento legal que te brinde un título de esposa o de esposo, amparados para la ley nacional que exista. Vivir juntos, por su parte, implica una unión más informal, para dejar de lado al sistema clásico que se acostumbraba.

Aunque esto no significa nada malo, ciertamente si tiene que ver con un cambio de paradigma o de perspectiva, pues las condiciones cambian. El reto del sistema legal es proporcionar todas las herramientas para que cada parte se sienta seguro, incluyendo a los derechos como esposa.

La razón es que todo depende de la intención de la pareja, pues tal vez la pareja quiera evitar a toda costa la responsabilidad y carga penal que supone un casamiento. Los derechos como esposa casi siempre obligan al esposo a responder por el mantenimiento de los hijos y el hogar.

Por otra parte, los divorcios suelen complicar un poco la escena cuando comienzan a gestarse, esto implica que debe haber una repartición de bienes y arreglos financieros. Lidiar con todo ello es ahora considerado una carga emocional y económica que puede evitarse, si es posible.

Estos términos de convivencia en pareja se encuentran unidos por las opciones sociales que las personas van tomando a lo largo de su vida. Sin embargo, no significan lo mismo. Todo lo contrario, cada una de ellas implica distintas opciones para usar la legalidad a favor o en contra.

Estar casados no es una moda, no es un requisito para ser feliz y tampoco para ser aceptado en la sociedad americana de hoy en día. Las personas han empezado a ver el matrimonio como lo que es, un contrato para compartir bienes, haberes, deudas y vivencias de forma condicionada.

Otro aspecto interesante recae en los derechos como esposa al estar casada o no, cambia drásticamente la forma en la que se concibe a la mujer. La cohabitación es distinta, pues al haber separación cada uno toma su rumbo sin embarcarse en una disputa por lo que se tiene o no.

El matrimonio no es un trámite apto para todas las personas, parejas e intereses, pues cada quien tiene una visión de vida en particular, que pueden o no adaptarse a un sistema rígido. Estar casado es compartirlo todo, incluyendo al sistema financiero personal que tengas desde hace tiempo.

Está hecho para eso, para unir a dos personas y hacerlas crecer juntas desde todo ámbito social que puede atribuírsele. La convivencia entre los casados implica una buena participación del entorno, incluyendo al sistema judicial que los acredita como una unión formal y legal.

Diferencias entre un matrimonio y una unión civil

La principal diferencia recae en que en el matrimonio, finalizar la relación no es algo que suceda de la noche a la mañana sin ninguna implicación, De hecho, las hay, y muchas, Y esto es justo lo que muchos desean evitar, pues hay que ir al juzgado a formalizar la petición de divorcio.

Con ello vienen los arreglos para obtener la custodia de los hijos, si los hay, y también la repartición de los bienes. Así como necesitaste el permiso de la ley para acceder a ese estatus de casado, también deberás hacerla partícipe cuando tu unión se disuelva por el motivo que sea.

Esto significa que cuando estás casado necesitas sí o sí dividir tus bienes, sin importar cuantos tengas y los años de casados que llevas. Cuando la unión se termina, automáticamente, tu cónyuge tendrás derecho al 50% de los activos familiares, y tendrán que negociar entre sí para lograr los objetivos.

Cuando hay una cohabitación, sin ningún tipo de certificado legal, terminar una relación es muy simple. Se trata de una decisión entre pareja en la que no es necesario notificar a las autoridades porque no hicieron parte en la confirmación de ese compromiso que hubo entre ambos.

Por otra parte, no existen los acuerdos una vez que se finaliza la unión, pues la ley no puede obligar a ninguno de los dos a que repartan sus bienes. Si hubo algún tipo de crecimiento financiero en pareja, la división de este activo se deberá lograr a través de abogados.

Por último, no existen coincidencias entre las manutenciones que se observan en ambos casos, pues en el matrimonio lo común es que el cónyuge con más dinero aporte más. Una vez que exista una separación, este tendrá la obligación de enviar una pensión alimentaria a los hijos.

También podría incluir a la esposa, si esta se encuentra desvalida y dependía únicamente de su marido para poder sobrevivido, debido a alguna condición en particular. En caso de cohabitación, nadie está obligado a pagar por nada, pues cuando se finaliza la unión acaba todo vínculo sin responsabilidades.

Eso tiene su excepción si hay niños de por medio, pues el Estado vela por la seguridad del menor y del estado en el que se encuentra después de vivir una separación familiar. La idea es que crezca feliz y sano.

Los derechos como esposa son parte de una dinámica matrimonial. Sin embargo, toda mujer tiene deberes y derechos en las relaciones que posee. Para más información, es importante consultar a un abogado, quien te podrá asesorar oportunamente en caso de que requieras ir a la corte.

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