Crianza conjunta durante COVID-19: ¿y si no puedo estar de acuerdo en que nuestro hijo regrese a escuela o guardería? 

Si bien es cierto que hay muchas dudas y expectativas acerca de volver a las escuelas o no, y a su vez, en el caso de los padres separados, quizás tengan algunos puntos de desacuerdo en relación a enviar o no a los hijos a las escuelas en este tiempo de pandemia.

Y peor aún sin conocer exactamente como se pueda desarrollar la situación con el COVID-19. El miedo de que los niños estén propensos a contagiarse, puede generar ansiedad y preocupación en cuanto al regreso de sus hijos a clases. Con más razón, cuando las alarmas de contagio están prendidas en la comunidad.

Ahora bien, no hay que dejar a un lado el bienestar del hijo, y si esto incluye la recepción de una educación apropiada, no debe dejarse a un lado la oportunidad de que los hijos continúen sus estudios.

En una crianza conjunta, es importante que, como padres, aprendan a decidir correctamente acerca del bienestar de sus hijos, y más aún si está relacionado con la educación. La responsabilidad parental debe ser acordada por sus padres, estén separados o no.

Por eso, cuando existen desacuerdos entre los padres, es primordial tratar de buscar una solución a la situación estudiantil de los hijos, que no los afecte emocionalmente.

¿Qué hacer en caso de no acordar nada sobre el regreso de su hijo a la escuela o la guardería?

En cualquier matrimonio es primordial la comunicación asertiva para tener una relación saludable, estén separados o no. Por eso, cuando existen inquietudes relacionadas al bienestar de los hijos que incluyan sus necesidades básicas como educación, por ejemplo, deben conversarse.

Es importante que exista un equilibrio entre las necesidades emocionales, física o educativas del niño, con los riesgos que él pueda tener, y más aún en este tiempo de pandemia. La comunicación entre los padres puede ser de diferentes maneras, pero siempre debe ser con respeto.

Igualmente, si no existe una buena comunicación para alcanzar resultados positivos para la disputa del niño, o es muy difícil alcanzarla, está abierta la posibilidad de buscar ayuda con un profesional como, por ejemplo, un abogado, terapeuta o mediador.

Por otro lado, si es imposible conseguir un acuerdo mutuo con el otro padre o si las cosas ya se tornan más difíciles de lo que se esperaba, se puede solicitar al tribunal una Orden de asunto especifico.

Con esta orden, podrás presentar tu argumento ante un juez en una audiencia, donde finalmente el juez podrá determinar la decisión correcta del caso. En este tiempo de pandemia, este tipo de solicitudes pueden proceder mediante videoconferencias, por aplicaciones de videollamadas.

Toma en cuenta que tu solicitud puede demorar un poco ya que los tribunales actualmente se encuentran inmersas con muchos casos. Sin embargo, se está estudiando priorizar los asuntos relacionados con el bienestar del niño, en relación con la asistencia a la escuela o guardería.

Asimismo, existen otros métodos alternativos apropiados para mediar con el otro padre en estos tiempos donde el contacto con otros, debe ser evitado. Una de estas alternativas es la mediación o arbitraje.

En estos casos, los tribunales de familia también tienen participación mediante un juez o un árbitro, los cuales pueden ser privados, contratados por los padres. En este encuentro, se podrán analizar las preocupaciones que tienen cada padre acerca del bienestar del hijo.

Además, de determinar qué es lo mejor y lo correcto para el hijo, es analizar si las preocupaciones de que el niño asista a clases, son razonables. También, será esencial fijar los acuerdos, en caso de que se decida que el niño asista a clases.

Si se logra persuadir al tribunal de que es la mejor opción para el niño, se deben responder algunas inquietudes en relación con su bienestar. Unas de ellas serían conocer cómo se podrá satisfacer las necesidades educativas del niño, si no va a la escuela.

Otra sería, cómo encajarían estas medidas, con los parámetros ya establecidos para el niño. Sabiendo ya esto, otro aspecto que habría que tomar en cuenta, es la posición del gobierno ante esta situación.

Por lo tanto, si se llegase a ordenar obligatoriamente la apertura de las escuelas en el mes de septiembre, el padre interesado tendrá que ser más enfático para persuadir al juez y que determine que el hijo no deba asistir a la escuela o guardería.

Por eso, cuando se presentan estas disputas de crianza conjunta debe haber buenas razones para determinar las faltas de los hijos a las escuelas. Entre las razones destacan: su condición de salud, preocupaciones particulares en el hogar del infante, y si esto afecta directamente al niño.

Algo cierto es que nada debe importar más que nada que el bienestar general del niño, especialmente en el tiempo que se vive, donde probablemente tenga más ganas de jugar y de socializar.

Los acuerdos entre padres son esenciales, por eso, debes considerar todas las opciones disponibles para resolver cualquier altercado que pueda existir en relación a la educación de tu hijo y la crianza conjunta.

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