4 Cosas que debes saber si quieres solicitar un divorcio por consumo de drogas

Es por ello que se aconseja tener un gran equipo con el que puedas contar para hacerle frente a la situación. No basta con tener una gran motivación y deseos de superar el momento, entiende que es importante defenderte, protegerte, atender tu emocionalidad y cuidar a la familia que tienes.

Busca expertos que te asesoren desde el inicio del camino, estamos hablando de un abogado defensor, uno de divorcios, un terapeuta o psicólogo. También lee sobre situaciones parecidas a las que tú estás pasando, para que sepas como va a terminar el conflicto en la corte.

El abogado defensor sabrá prestarte ayuda si recibiste amenazas, si eres víctima de un problema familiar, o si te están acusando falsamente de abandonar el hogar. También será de ayuda el abogado de divorcios porque es un experto mediador, sabe negociar y sacar un buen provecho.

Por otra parte, el terapeuta tiene una de las tareas más importantes, y es la de no dejar que sucumbas ante el estrés que viene en camino. Serán sesiones extenuantes en el juzgado, conversaciones incómodas, declaraciones largas, y es bueno irte preparando para todo ello.

2.Los hijos tienen la prioridad

Ya dijimos que un divorcio por consumo de drogas es extenuante, tanto mental como físicamente, pero tiene la particularidad de enfrentar a ambas partes por un tema muy delicado. Ese tema es, sin duda alguna, los niños, que son parte importante de la familia y no deben sufrir consecuencias.

Que el padre o la madre de los infantes tenga problemas de adicción de drogas no significa que deje de ser alguien importante en sus vidas. Por lo tanto, es sensato y también muy inteligente, mantener alejados los problemas que tuviste con tu cónyuge en la relación con tus hijos.

Ellos no tienen la culpa de lo que está pasando, no tienen por qué llevar la carga emocional a la que tú te enfrentas debido a la separación. Asegúrate de ponerlos a ellos primero que tu necesidad de drenar la frustración o la molestia que tienes, no es válido afectarles con eso.

Para un niño la figura de madre o padre es muy importante, y no debe ser dañada por ninguna situación que se presente. Aunque obviamente habrá que hablar con ellos acerca de la separación que se está gestando, es conveniente también poner un límite claro a los datos que les darás.

La seguridad, en este caso también juega un papel primordial, pues si existen registros de violencia, debe ser el juez el que determine cuál será el contacto permitido. El padre adicto tiene que demostrar primero que puede mantenerse sobrio delante de los niños para cuidarlos.

Claro que se le harán controles regulares y pruebas físicas para determinar si aún está consumiendo drogas o al menos recibiendo tratamiento. La corte tendrá como prioridad lograr establecer un vínculo de padre a hijo, siempre y cuando este sea seguro y oportuno para todos.

El divorcio por consumo de drogas se basa justamente en eso, en tratar de hacer la separación de la manera más justa posible y de beneficiar a los niños con una familia sólida. De más está decir que la custodia irá a parar al padre que no posea adicciones ni tachas sociales para acusarlo.

3.La adicción no excluye a ningún padre de las responsabilidades para con los hijos

Es decir, si se tienen problemas serios con la ley porque se consumen drogas, y esto hizo que el matrimonio se acabara, debes saber que de igual forma deberás cumplir con tus gastos.  Los niños no se mantienen solos, tienes que trabajar, ganar dinero y enviar todos los meses una pensión.

Aunque claro, esto tiene que establecerse con el juez, y depende de muchos factores, como si hay o no hay un empleo en la vida del adicto. De una forma u otra, con la excusa de la adicción no se puede pretender salir de la vida de un niño y dejarlo a su suerte, la ley penará esa actitud.

Por otra parte, muchos esposos creen que cuando su ex pareja adicta acepta el divorcio, se ve obligado a pagar una pensión por la falta cometida. Esto no es necesariamente así, aunque siempre se puede llevar a tribunales para que sea un juez quien decida qué es lo mejor.

Con respecto a este tema de las responsabilidades, es importante acotar que financieramente, un adicto puede hacerse responsable por los gastos que ocasionó su adicción al matrimonio. Consumir drogas es un hábito muy caro, es normal que las personas se endeuden para lograrlo.

Lo que quiere decir esto es que cuando te divorcias cada parte tiene derecho a una mitad exacta, pero si se logra comprobar que el adicto desperdició el dinero de la familia, todo cambia. El tribunal puede ordenar que reciba mucho menor dinero del que le corresponde por ley.

Tiene sentido, si logras verlo desde un punto de vista neutro, pues se trata del dinero de la familia entera. Son ganancias que se produjeron para beneficiar el vínculo que había estaba conformándose, incluyendo a los niños, derrocharlo por una adicción es una falta grave.

Cada uno de los cónyuges se ve obligado a participar en el proceso de divorcio, y a entender que ante un juez se debe responder por cada acto cometido. Asegúrate antes de acusar de tener un respaldo serio para apoyar cada una de tus declaraciones, de lo contrario podrían demandarte.

4.Busca un sistema que te ayude

Hay varias maneras de abarcar un caso de divorcio, pero recuerda que si se tiene el tema del uso de drogas, las cosas cambian un poco. Hay sistemas clásicos que funcionan muy bien a la hora de tomar decisiones y persuadir a una de las partes a ceder, por el bien personal o familiar.

La idea es lograr una mediación perfecta para que ambas partes se entiendan bien, comprendan el objetivo que tiene el otro y la comunicación fluya. Nunca hay que olvidar que, a pesar de los problemas, entenderse de una manera relajada, adulta y amena facilitará cada acción.

Para llevar a cabo este tipo de arreglos se necesitan mucha voluntad de colaborar, paciencia para lograr objetivos a corte, mediano y largo plazo, y abogados para representarlos. Es la forma más informal de organizar todo, las reuniones pueden ser presenciales, pero depende de cada caso.

Es decir, si tienes a un exesposo con serios problemas de violencia, que cuando te ve quiere agredirte o insultarte, y que además tiene la costumbre de manipular siempre, la alianza no es buena idea. Todo lo contrario, podría resultar perjudicial y convertirlo en un asunto más severo.

Consulta con tu abogado y coméntale sobre tu situación personal con mucha sinceridad, sobre la actitud de tu ex pareja y la tensión familiar que se vive. Él te dirá cuál es el método que recomienda para darle solución al conflicto, si ir negociación con tu ex o irse a la corte.

El divorcio por consumo de drogas pasa por una gestión muy bien organizada, planificada y conversada con expertos. No vayas a pensar que todo va a solucionarse de forma mágica, los resultados legales se obtienen a través del trabajo.

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